River reaccionó a 5 minutos del final y se trajo un empate con sabor a victoria

Tigres 2 - River 2: de muerto a resucitado en 5 minutos
Justo en la semana tras los feriados de pascuas por la resurrección de Cristo, River protagonizó un partido en el que dos minutos antes del final parecía descalificado de la Copa Libertadores y luego terminó saboreando un empate con sabor a victoria.
Sabiendo el empate entre sus otros dos rivales del grupo, Juan Aurich y San José de Oruro, River visitaba a Tigres, el puntero clasificado del grupo 6, sabiendo que necesitaba de una victoria para depender de sí mismo en la clasificación a octavos de final. Un empate o una derrota serían resultados casi que catastróficos en los papeles pero, por cómo se dió el partido, la cosa no sería tan así.
Arrancó un primer tiempo con un River en campo rival buscando ocasiones de gol pero sin ideas claras, con centros ante un equipo bien parado atrás de mitad de cancha y que buscaba replegarse rápido de contra para lastimar. Y fue así que el equipo mexicano logró lastimar primero: un avance con sólo un par de toques en velocidad terminaría en una buena definición del uruguayo Arévalo Ríos desde afuera del área que Barovero no podría evitar. Desde ahí, la noche se puso negra para River.
Terminó el primer tiempo con una ataja excelente de Barovero ante un cabezazo al primer palo que le permitía a River llegar al entretiempo con sólo un gol en contra y con la esperanza de que los cambios le den un aire distinto. Y los cambios llegaron ni bien empezado el segundo tiempo, con el ingreso de Mayada y Gonzalo Martínez por Rojas y Pisculichi, de pobre desempeño hasta el momento. Pasaron los minutos y River se aproximaba al arco rival, pero sin chances concretas, algo que provocó que el técnico de Tigres opte por dos cambios: ingresaron Lugo y Dueñas para contener los avances del equipo argentino y, de paso, poner en problemas a Funes Mori con la habilidad de Lugo.
Y minutos después de los cambios, llegó el segundo gol de Tigres con otro contraataque, en el que el argentino Damián Álvarez (ex River) terminaría mandando el balón a la red luego de una formidable atajada de Barovero. Desde ese minuto, parecía que River se despedía de la Copa, pero la perseverancia de Mora, un guerrero insaciable, y un error garrafal de la defensa de Tigres al minuto 87 le darían vida y ganas al equipo conducido por Marcelo Gallardo de ir a buscar la hazaña.
Se desentendieron entre los centrales del conjunto mexicano, quedó Mora solo que fusiló a Guzmán para forzarle una atajada tremenda y Teo Gutiérrez marcó de rebote. Quedaban 2 minutos más 3 adicionales. Y en el siguiente avance, con desborde de Mayada y un desmarque de Mora, el uruguayo terminaría anotando un golazo de volea que sellaba el empate, un empate que antes de jugarse podría considerarse como malo, pero que por lo sucedido, tuvo sabor a victoria.
Las esperanzas de River por clasificarse crecieron luego del empate ya que, en caso de ganar de local, y Juan Aurich no pueda ganarle a Tigres en Perú, clasificará a octavos de final donde podrá cruzarse con su rival de toda la vida: Boca Juniors. Una noche que puede quedar en los libros de historia.