Las reglas del juego cambiaron

"Las reglas del juego cambiaron" escuché decir a un hincha de Boca hace unos días, "las reglas cambiaron desde que River fue a pedir los puntos a la CONMEBOL" durante algunas horas me dediqué a analizar ésta primera frase y llegué a la conclusión de que es totalmente cierta.

 Coincido plenamente en que las reglas cambiaron, pero ¿cuándo? creo que hay una fecha clave, 27 de noviembre del 2014. La gloria del pueblo millonario fue proporcionalmente directa al fracaso y vergüenza sentida por la gente boquense quienes reaccionaron de forma natural negando la realidad. Es una reacción común en el ser humano negar lo sucedido para protegerse del dolor, echarle la culpa a los jugadores, al director técnico, "ésto no es boca" "los jugadores no nos representan" "fue en una sudamericana, en la libertadores no pasaría lo mismo". Son excusas válidas para que la mente pueda sobrellevar el luto, por un tiempo, pero éste tiempo se prolongó durante meses enteros, creciendo en forma gradual pero constante, hasta llegar al punto de hacer metástasis.

 El fanático de Boca negó y negó, no aceptó la superioridad de River y ésto lo obligó a interceder mediante las trampas y la cobardía. Aquel 14 de mayo cuando Adrián Napolitano en complot con la dirigencia Bosteril arribó al J.Armando con la clara intención de lastimar a los jugadores de River y sacar ventaja fue el momento en el que definitivamente las reglas cambiaron. "Si no gano yo, no gana nadie" era el mensaje xeneixe, y para colmo el cinismo de Daniel Angelici alegando que el gas pimienta fue "un chiste que salió mal".

 Boca se olvidó de que River dio 3 vueltas olímpicas en su cancha, que pudo dar otra pero se la negaron, que históricamente ganó los partidos más importantes del siglo XX, que los eliminó 11 veces en un mano a mano. Se ahogaron en la racha de eliminaciones del 2000 y 2004 y como un niño caprichoso empezaron a embarrar la cancha para no perder o tener un justificativo ante la derrota. Durante el siglo 20 River se cansó de humillar a Boca, y pese a la histórica superioridad en cuanto a vueltas, eliminaciones y demás, la banda aceptó las derrotas del 2000 y 2004 sin caer en la bajeza de agredir a los jugadores contrarios.

 Se terminó el mito, se terminó la racha, se terminó la década. Boca no sabe jugar la copa, boca no le gana a River con la camiseta, todas esas son cualidades de un equipo puntual que hoy no existe. El hincha de Boca tiene la oportunidad y obligación de dar un paso hacia adelante y aceptar el incierto devenir contemplando la posibilidad de la derrota como tal y no como una conspiración en contra de su club para quitarles la "mística". Ésto lo empezaron ustedes tirando gas pimienta y lo deben terminar ustedes cesando la idea de sacar ventajas. Juguemos 11 contra 11 y que gane el que se imponga  dentro de la cancha, como debe ser. Basta de gas pimienta, del jugador 12, de intentar manchar los clásicos con su miedo absurdo. En el fútbol uno gana y otro pierde, y si no están de acuerdo con éste principio del deporte deberían dejarlo de lado.